Del laboratorio a la mesa. Ese parece haber sido el destino de decenas de caballos, que después de pasar por laboratorios de la farmacéutica Sanofi, fueron vendidos para carne en once departamentos del sur de Francia. Una veintena de personas han sido detenidas, incluidos varios veterinarios, en una vasta operación con ramificaciones en España: en Girona ha sido registrado un matadero.
Los caballos fueron utilizados por la farmacéutica para utilizar sueros para vacunas y después vendidos. Estaban destinados a centros hípicos y escuelas de veterinaria, pero acabaron en mataderos, a pesar de que su carne no era apta para el consumo, como se señala en sus documentos. Sanofi asegura que comer la carne de estos animales no conlleva ningún peligro, pero la duda perdura, pocos meses después del escándalo de la carne de caballo vendida como ternera en los platos precocinados de media Europa.