Los restos mortales de Madiba están ya en su última morada en Qunu, en la tierra donde descansa para siempre como fue su último deseo. Todo tras un sepelio íntimo, con solamente 450 invitados que han acompañado a familiares y amigos.

Honores militares para decir adiós a su comandante en jefe, a su expresidente, al que fuera primer presidente negro de Sudáfrica.

Antes el funeral de Estado que ponía punto y final a diez días de homenajes a la lucha de un icono, de un líder y de un padre, como han destacado los representantes de varios países africanos que han intervenido en el acto. También una de sus nietas, Nandi Mandela, ha agradecido en nombre de la familia las muestras de pésame recibidas: “Te echaremos de menos ‘tatum kulu’. Echaremos de menos tu voz rotunda cuando no estabas satisfecho con nuestro comportamiento. Llevamos con nosotros tus pensamientos que nos guían en nuestras vidas y nos esperamos que te sientas orgulloso. Como sudafricanos debemos dejar de señalarnos y servir de ejemplo como tu hiciste y hacer algo positivo por Sudáfrica”.

“Tú camino hacia la libertad ha terminado, pero el viaje continúa” ha dicho el presidente sudafricano Jacob Zuma, encargado de la oración. Zuma que ha vuelto a ser recibido también en Qunu, con algunos silbidos y abucheos.

“Muchas gracias de todo corazón por dedicar tu vida a construir una Sudáfrica libre y democrática en dónde todos vivan en igualdad y con dignidad. Una cosa de la que hoy podemos estar seguros, Tata, es que mientras das tus últimos pasos, Sudáfrica continuará creciendo”, ha comentado Zuma.

“¡Dios bendiga a África, Dios bendiga a Mandela!”, ha concluido durante sermón el obispo metodista, Zipho Siwa, la religión a la que pertenecía Madiba.