En Uruguay el consumo de marihuana no está penado por ley, pero sí su venta y cultivo.
Lo más probable es que muy pronto sólo lo pueda hacer el Estado, y a un precio muy competitivo para espantar a los traficantes: a un dólar el gramo.
Este martes Uruguay celebra una votación histórica en la Cámara Alta. Si no hay sorpresas de última hora, este país en el primero en el mundo en el que el Estado se encargue de la producción y la venta de marihuana.
El presidente del país, el histórico líder izquierdista José Mújica, cuyo Frente Amplio tiene mayoría en el Senado donde mañana se vota la medida, asegura que es la mejor manera de “arrebatar el tráfico de drogas” al narcotráfico y garantizar la salud de los uruguayos:
“Queremos propiciar que ese vicio sea controlado como adicción, atacar por el lado del mercado, de manera que al traficante no le interese vender marihuana porque el Estado se la vende controladamente”, ha dicho el presidente.
La medida no cuenta con el apoyo de la oposición en bloque. El Partido Colorado, por ejemlo, asegura que se trata de “una habilitación casi masiva para el acceso a la marihuana”.
Por su parte, Verónica Alonso, del Partido Nacional y miembro de la Comisión de Adicciones asegura:
“El proyecto no soluciona el problema del narcotráfico, porque de ser así, pronto estaríamos hablando de la legalización de la cocaína, donde está el mercado más importante”.
En la ley “se establece el control y la regulación por parte
del Estado de la importación, exportación, plantación, cultivo,
cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización,
distribución y consumo de la marihuana y sus derivados”.