Tensa calma en la Plaza de la Independencia de Kiev. La policía antidisturbios se está concentrando en torno a lo que se ha convertido en el cuartel general de la oposición ucraniana. Entre 200 y 300 personas siguen pidiendo el acercamiento a la Unión Europea y la dimisión del presidente Victor Yanukovich, soportando temperaturas bajo cero.

Los opositores han levantado barricadas e impiden el paso incluso a los peatones. En ciertas zonas es la policía la que impide el acceso, salvo a los empleados de la administración.

“Vemos que este es el momento adecuado, ya que tenemos esta oportunidad de acercarnos a Europa. Es el momento adecuado para firmarlo, porque si no lo hacemos ahora, no tendremos otra oportunidad”, dice una manifestante.

“Durante los últimos 20 años no se ha hecho nada y dudo que algo vaya a cambiar rápidamente, pero esto nos da un estímulo para cambiar las cosas”, señala un manifestante.

Ayer, centenares de miles de ucranianos pidieron la dimisión del presidente Yanukovich, al que acusan de haberles robado su sueño europeo. Fue la manifestación más multitudinaria desde el inicio de las protestas, el 21 de noviembre, tras anunciar el Gobierno que renunciaba a firmar el Acuerdo de Asociación con Bruselas.