El expresidente sudafricano y premio Nobel de la Paz falleció el jueves por la noche, a los 95 años, tras una larga convalecencia por una infección pulmonar.
Miles de personas han comenzado su peregrinación hacia la casa de Madiba, en Johannesburgo, donde falleció el héroe de la lucha contra el apartheid.
El jefe de Estado Jacob Zuma anunciaba la triste noticia: “Compañeros sudafricanos, nuestro querido Nelson Mandela, el presidente fundador de nuestra nación democrática, se nos ha ido. Murió en paz, en compañía de su familia en torno a las 20:50 del 5 de diciembre”.
Tras conocer la noticia, centenares de personas de diferentes razas y religiones rindieron un improvisado homenaje a Mandela, calificado por la prensa sudafricana como el “profeta de la paz”.
“Estoy triste, pero al mismo tiempo creo que ha jugado un papel en la Historia y lo ha hecho muy bien y está bien que se haya marchado. Hizo todo lo que pudo. Además ya era mayor”, decía una mujer entre lágrimas.
“Es trágico, es triste. Pero al mismo tiempo creo que debemos celebrar lo que consiguió y lo que nos dio. Yo mismo no sería libre si no fuera por él”, recordaba un hombre.
Conmocionada por la triste pérdida, Sudáfrica empieza ya a preparar un funeral de Estado a la altura de la figura de Mandela.
A finales de la semana que viene, los restos de Madiba serán trasladados a la aldea de Qunu, donde pasó su infancia. Allí descansará eternamente el “profeta de la paz”.