Francia, ha anunciado un refuerzo militar de al menos 1000 soldados, que se sumarán a los 400 que ya hay desplegados en la República Centroafricana.

Desde que el pasado mes de marzo, el grupo islamista armado Seleka derrocó al presidente François Bozizé, la inestabilidad es constante, según ha declarado el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius:

“La situación en el país, es realmente grave. El país se está derrumbando, colapsando, y no podemos permitir que un país se desmorone así. Hay abusos, masacres y el caos humanitario que siempre acompaña a la pérdida de seguridad.”

El conflicto, según Fabius, amenaza con extenderse a los países vecinos, en donde ya hay más de 60.000 refugiados, y desestabilizar toda la región.

Sólo falta la aprobación de las Naciones Unidas, que se espera llegue la semana que viene, para que se dé luz verde al envío el refuerzo militar.

“El informe del Secretario General, los últimos informes desarrollados y la visión de Francia y EE.UU es que estamos a las puertas de un genocidio si no se hace nada”, asegura el representante de la República Centroafricana ante las Naciones Unidas.

Los soldados franceses no estarán en primera línea. Tan sólo tratarán de mantener el orden hasta que los 3.600 soldados de la misión de la Unión Africana para el país, conocida como MISCA, esté operativa.

Las milicias rebeldes de Seleka cada vez tienen más poder frente a las cristianas, después de que decidieran no integrarse en el Ejército, reclamando más dinero por el abandono de las armas y la liberación de de presos políticos.

Sólo el 15% de la sociedad es musulmana, frente al 50%, que es cristiana, en un país dominado históricamente por los golpes de Estado y las rebeliones.