La conmoción en el Reino Unido es absoluta. ¿Cómo pudieron permanecer tres mujeres cautivas durante tres décadas en un barrio de Londres? Cuantos más detalles se conocen mayor impresión provoca su historia.

La policía británica, que tiene a casi cuarenta personas trabajando en el caso, ha confirmado que las tres permanecieron encerradas como esclavas domésticas, que eran golpeadas, y que el control psicológico que ejercían sus captores era casi absoluto.

“Habíamos visto casos de personas que habían pasado diez años cautivas, pero jamás nos habíamos encontrado con algo de esta magnitud”, señala el jefe de la Unidad de Tráfico de Personas de la policía Metropolitana, Kevin Hyland.

Todo ocurrió en una casa normal y corriente de este barrio de Lambeth. Un distrito muy céntrico de la capital británica en el que todo ocurrió en silencio, hasta que una de estas mujeres cautivas se puso en contacto con la organización benéfica Freedom Charity.

“Estoy horrorizada” —afirma Jen Carrison, vecina de Lambeth— “pero desgraciadamente no estoy sorprendida. Mientras caminaba estaba pensando cómo puede ocurrir algo así tan fácilmente en el centro de Londres, me entristecte escuchar por todo cuánto han pasado esas mujeres pero desgraciadamente no me sorprende”.

Las investigaciones continúan. De momento sabemos que las dos personas detenidas, un hombre y una mujer, ambos de 67 años, han quedado en libertad bajo fianza. Las tres mujeres que pasado treinta años encerradas —una malasia de 69 años, una irlandesa de 57 y una británica de 30— están a salvo en un lugar secreto y seguro.