En Riga, la capital de Letonia, bajo los escombros de un centro comercial, se siguen recuperando cadáveres. Los muertos ascienden a ocho, pero se teme que haya aún decenas de personas sepultadas. Todo comenzó este jueves cuando en torno a las 6 de la tarde, con el centro comercial lleno de clientes, se vino abajo el techo del edificio. Poco después de llegar los equipos de rescate se produjo un segundo derrumbamiento, en el que falleció al menos un bombero.

“Algo explotó. Estaban haciendo obras en el techo, construyendo una zona de juegos para niños. Parece que hicieron algo mal y el techo no aguantó”, cuenta una mujer.

A lo largo de la noche ha continuado la búsqueda de víctimas, con la ayuda de perros adiestrados. El accidente también ha dejado 36 heridos.

El primer ministro letón, Valdis Dombrovskis, ha dicho que además de una investigación policial se ha abierto un proceso criminal por violación de las normas de construcción con graves consecuencias. Según el alcalde de Riga, Nils Usakovs, unas 70 personas podrían haber quedado atrapadas dentro del centro comercial, un edificio moderno, construído en 2011 y premiado por su arquitectura, que destacaba en un entorno de inmuebles grises de la época soviética.