El socorro internacional comienza a llegar a las zonas más afectadas por el paso del tifón Haiyan en Filipinas. Miles de personas siguen acudiendo a diario al aeropuerto de Taclobán con la esperanza de ser evacuadas. Pero a diferencia de días anteriores, allí se han encontrado con un frenético trasiego de envíos de ayuda humanitaria.
– “El alcance y la magnitud de la tragedia es tal que incluso disponiendo de una ayuda inmediata hubiera sido imposible entregrarla en un solo día. Ahora la máquina está en marcha. La comunidad humanitaria se ha movilizado”, explica Mark MaCarthy, de Naciones Unidas.
La limpieza de calles y carreteras es fundamental para poder distribuir la ayuda humanitaria. También lo es retirar los cadáveres que hay esparcidos por el mar de escombros en el que se ha convertido la ciudad de Taclobán. Su alcalde estima que el tifón se llevó por delante la vida de al menos 4.000 vecinos, casi el doble que lo que anunció el presidente Aquino. La Cruz Roja, por su parte, ha elevado el número de desaparecidos hasta 25.000. Los heridos se cuentan por millares y el hospital sigue atestado de pacientes y sin corriente eléctrica.