García recomendó que además de comprar activos, también se debe invertir en experiencias que generen bienestar o placer. Explicó que sin caer en el exceso, las salidas o viajes representan un gasto que no se desperdicia, porque "si se compra algún activo o se gasta en algo que desea tener, este puede ser que se dañe o se quede guardado en algún closet o gaveta"