Son las últimas estimaciones de la ONU. 9 millones de personas necesitan asistencia humanitaria de manera urgente, sobre todo los 6 millones desplazados por la guerra. Pocas horas después del anuncio de las Naciones Unidas, el gobierno de Al Asad prometía facilitar la entrega de ayuda en todo el país. El viceministro de Asuntos Exteriores, Faisal Mekdad, anunciaba también el compromiso del régimen a lanzar una campaña nacional de vacunación infantil.
Faisal Mekdad:
“ Pretendemos vacunar a todos los niños de Siria, independientemente de donde se encuentren. Nos comprometemos a hacerlo y prometemos que daremos a las organizaciones humanitarias la posibilidad de llegar hasta cada niño sirio”
Lo que no ha dicho Mekdad es cómo piensa hacerlo el Gobierno en las zonas que escapan a su control. Precisamente, la oposición acusa a Al Asad de utilizar los asedios de manera sistemática para castigar a las ciudades rebeldes. El deterioro de la situación tras dos años y medio de combates facilita, además, la aparición de focos infecciosos, como el de polio descubierto hace unos días en Deir al Zur.