Ghislaine Dupont y Claude Verlon habían sido secuestrados la mañana del sábado en el norte de Mali.
Cuatro individuos les obligaron a entrar en un coche todoterreno, en el que desaparecieron a gran velocidad.
Horas después, el Ministerio francés de Asuntos Exteriores confirmaba la muerte de la periodistas y el técnico de sonido.
Estaban realizando un reportaje para Radio Francia Internacional
y fueron secuestrados tras acabar una entrevista con un líder del grupo separatista tuareg Movimiento Nacional de Liberación de Azawad.
Marie Christine Saragosse es directora ejecutiva de rance Médias Monde:
“Ante este tipo de barbaridades no podemos poner un guardaespaldas para cada periodista. Lo que nos estamos preguntando es cómo dar voz a la gente sobre el terreno, que era nuestro objetivo. Este ha sido un asesinato salvaje. ¿Qué debemos hacer?¿Dejar de ir a determinados lugares?¿Dejar de dar información? Me gustaría decir que no.”
Los dos reporteros habían sido atrapados en la región septentrional de Kidal, cuna de la comunidad tuareg.
Un helicóptero militar francés salió en busca del vehículo de los secuestradores y se sospecha que fueron asesinados casi inmediatamente.
Sus cuerpos, acribillados a balazos, fueron abandonados en una carretera a las afueras de la ciudad.
Nadie se ha responsabilizado aún de la acción.
Su secuestro y ejecución se produce cuatro días después de la liberación de los cuatro empleados franceses secuestrados por Al- Qaeda en Níger, en el Magreb Islámico (AQMI), en 2010.