Tras ser liberados por el Ejército libanés de su cautiverio en el valle oriental de la Bekaa, la Policía les ha detenido por supuesto tráfico de drogas.
Su rapto se produjo tras negarse a dar a los secuestradores la cantidad de dinero que estos les reclamaban.
En esta zona del Líbano se cultiva marihuana para producir hachís y las autoridades libanesas llevan años intentando erradicar el tráfico de este tipo de droga.