Las hormonas gastrointestinales desempeñan un rol importante en la regulación neuroendocrina de la ingesta de alimentos y en el sentido de la saciedad. La grelina es una hormona que estimula el apetito: si no funciona correctamente puede ser una causa, así como la también de la obesidad y de la anorexia nerviosa. Estudios recientes muestran la influencia que los neuropéptidos de la tiroides y la disminución de la leptina, una hormona que controla el peso corporal, tienen sobre la incidencia de la anorexia.87 Por el contrario, otros estudios muestran que la anorexia nerviosa está asociada con la osteoporosis en los 38-50% de los casos