Duro golpe al turismo en Túnez. Un atentado suicida a las puertas de un hotel y otro ataque frustrado han sacudido este importante sector.
No ha habido víctimas, salvo el terrorista suicida, pero sí ha supuesto un enorme susto para los que disfrutaban de sus vacaciones en la que es una de las zonas más turísticas del país.
“Tuvimos miedo, aunque no supimos lo que realmente ocurrió hasta más tarde”, declaraba un turista.
El atentado tenía por objetivo el hotel Riad Palm de Susa, pero el kamikaze fue descubierto, huyó y detonó los explosivos que portaba en la playa, ante el hotel.
“Nunca en mi vida había visto esto. Había visto y oído en la tele lo que ocurre en Irak, Irán… pero ahora sé lo que es vivir un atentado”, señalaba otro cliente del hotel.
A 50 kilómetros de allí, en Monastir, un joven fue detenido cuando se dirigía con una bolsa llena de material explosivo al mausoleo del primer presidente tunecino, Habib Bourguiba.
No ha habido reivindicación alguna, aunque Interior ha indicado que los kamikazes son tunecinos yihadistas.
Otras cinco personas han sido detenidas en Susa, sospechosas de preparar atentados.