Por Mònica Faro Además de en sus calles y en sus viviendas, la huella literaria que se desprende del madrileño "Barrio de Las Letras" se esconde en restaurantes centenarios, como Botín, Lhardy o Los Galayos, lugares de inspiración para muchos escritores, de ayer y de hoy, y fuente de historias de realidad y ficción.