Los gobiernos de Brasil y México pidieron explicaciones a Estados Unidos al condenar este lunes el presunto espionaje a los presidentes Dilma Rousseff y Enrique Peña Nieto, a las puertas de la Cumbre del G20 en San Petesburgo. La interceptación de comunicaciones de Rousseff por Estados Unidos, denunciada por la TV Globo el domingo, "representa una violación inadmisible e inaceptable de la soberanía brasileña" si es comprobada, afirmó el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo.