Sorprendente que en el país del fútbol, la organización del mundial cristalice el descontento. Sin embargo, aunque los brasileños defienden a muerte sus colores, a un año de la Copa del Mundo tienen otras prioridades y no digieren lo que costará organizar el acontecimiento, sobre todo porque no tienen garantizado lo esencial, como denuncian con estas pancartas.
...
http://es.euronews.net/