En el registro de la Guardia Civil en el domicilio del Jon Lizarribar, una treintena de simpatizantes proetarras han proferido gritos en favor del arrestado y han llegado a protagonizar enfrentamientos con efectivos de la Ertzaintza. Jon Lizarribar y Rubén Gelbentzu, los dos detenidos en Guipúzcoa estaban ya desactivados y no mantenían contacto con la cúpula de ETA en Francia.