Se conoce como Guerras del Bacalao (en islandés: Þorskastríðin; en inglés: Cod Wars) a la serie de luchas principalmente entre Islandia y el Reino Unido por los derechos de pesca, la preservación ambiental y la protección de su economía en el Atlántico Norte desde los años 1950 hasta los años 1970. La primera guerra del bacalao tuvo lugar en 1958, cuando Islandia amplió de forma unilateral sus límites jurisdiccionales pesqueros en ocho millas náuticas, pasando de las cuatro que tenía entonces a las doce millas náuticas.
Por supuesto, los británicos no tardaron en protestar por aquella situación que consideraban un atentado contra su integridad y su sector pesquero. Islandia tiene unos caladeros que se sitúan entre los más ricos del mundo. La razón es que ahí confluyen las corrientes cálidas del Atlántico centro con las corrientes frías que bajan, precisamente por su temperatura, desde las costas polares nórdicas, en una especia de Corriente de Convección.