La tecnología de los mapas ha tenido un progreso continuo con el fin de satisfacer las demandas de las nuevas generaciones de usuarios y de creadores de mapas. Los primeros mapas fueron elaborados a mano con pluma sobre pergamino, por lo que variaban en calidad, y su distribución fue muy limitada. Por otro lado, los mapas fueron promovidos por la realeza para facilitar las conquistas militares y rutas comerciales, por lo que no siempre estaban interesados en su difusión. La introducción de dispositivos magnéticos, como la brújula permitió la creación de mapas de diferentes escalas más precisos y más fáciles de manejar. Los avances en dispositivos mecánicos como la imprenta, el cuadrante, el sextante, el telescopio o el nonio permitió la creación de mapas más precisos y la posibilidad hacer de reproducciones más exactas.